El Avenida

Tenemos una historia para contar

El Teatro Avenida abrió sus puertas en 1908 y desde entonces se consolidó como un emblema de la Avenida de Mayo, el primer boulevard y una de las principales vías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Durante los primeros años se posicionó como sede tradicional de la comunidad española, una segunda casa para los inmigrantes, ya que las compañías de ese país traían géneros típicos como la zarzuela.

 

“Doña” Membrives y el legado lorquiano
 

La actriz argentina radicada en España, Lola Membrives, tuvo un rol clave en la popularidad del Avenida. En 1933 trajo una temporada dedicada al poeta Federico García Lorca, convirtiendo al teatro en un indiscutible canal para el lazo argento-español. Se representaron Bodas de Sangre, Mariana Pineda y La zapatera prodigiosa, y el éxito del ciclo reclamó la presencia del autor. 

Dicho y hecho: el 14 de octubre de 1933 Federico llegó a Buenos Aires a ver sus obras en el teatro y por seis meses se hospedó en el vecino Hotel Castelar, que hoy permanece cerrado. Durante su estadía, García Lorca también hizo una exposición de sus dibujos, abierta al público. 

En «El Avenida» se realizó el estreno mundial de La casa de Bernarda Alba, también de García Lorca, el 8 de marzo de 1945, de la mano de Margarita Xirgu. 

 

Corazón español
 

La influencia del dramaturgo en nuestra institución queda inmortalizada en un busto que se encuentra en nuestro hall, junto con el de Membrives y la actriz y cantante Lola Flores, “La Faraona”, quien mantenía un estrecho vínculo con el Avenida. Tres pilares fundamentales.

 

Son muchas las personalidades que han pasado por este escenario, artistas que forjaron nuestra historia e identidad: Lolita Torres debutó en nuestro escenario a los 11 años. La Argentinita, Enrique Borrás, Carmen Amaya, Lola Flores, Sara Montiel, Pedrito Rico, Miguel de Molina, Alberto Closas, Raphael, Nati Mistral y Rocío Jurado son solo algunos nombres. ¡Ojalá pudiéramos nombrar a cada uno de ellos!

 

Representación de una época en la city porteña
 

La Avenida de Mayo era también el fiel retrato de la cultura porteña; zona de inmigrantes, políticos, intelectuales y artistas que se reunían en los cafés de la zona y por supuesto, el teatro. La charla y el encuentro en su máximo esplendor.

El tango también pisó fuerte y la escena porteña llegó al Avenida. En la década del ‘60 se llevó adelante “Buenas noches, Buenos Aires” con Hugo del Carril, Tita Merello y Mariano Mores, quienes también protagonizaron “Estrellas en el Avenida”, junto a Tato Bores y María Antinea. 

 

Tener que renacer
 

Pero la actividad del teatro se vio paralizada por un incendio en el edificio contiguo, el 3 de abril de 1979, que provocó un derrumbe en algunas partes del foyer y la sala. Tuvo que suspenderse la obra que estaba a punto de estrenar: El diluvio que viene. 

El teatro permaneció cerrado y su deterioro fue notable. Hasta que en 1987 un consorcio español terminó con ocho años de abandono y formó una sociedad anónima, “Reconquista del Teatro Avenida”, para adquirir el edificio, reconstruirlo y administrarlo. 

Con fidelidad a su estilo, se respetó la arquitectura de la sala, de estilo imperio en clave modernista. Predominan las líneas curvas y la decoración en racimo. Cartouches, cariátides coronas, grecas y hasta efigies son algunos de los elementos que componen la ornamentación del interior. En su fachada se puede ver la marquesina, cubierta por mansarda con óculos, lucarnas y chimeneas. 

Finalmente, llegó la reinauguración, con todo su brillo. La noche de gala estuvo a cargo del tenor Plácido Domingo, la cantante española María José Montiel y las prestigiosas intérpretes locales Paula Almerares y Cecilia Díaz, junto al Coro Polifónico Nacional (Julio Fainguersch) y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires (Miguel Roa).

Aunque siempre conservando su esencia hispana, desde fines de los ‘90 hasta la actualidad irrumpió fuertemente el concierto clásico, el ballet y sobre todo, la ópera. Distintas compañías se impulsaron en –e impulsaron al- Teatro Avenida gracias a su excelencia musical y la fidelidad con el público. 

La ópera y el concierto se consolidaron como géneros característicos del teatro. El propio Gustavo Cerati trajo en 2001 sus “11 Episodios Sinfónicos”, adoptando tanto la estética como el sonido característico del Avenida. Una noche para el recuerdo. 

Avenida de Mayo 1222, CABA.
Lola Membribes junto a Federico García Lorca, el día del estreno de Bodas de Sangre en el Teatro Avenida. (1933)
Bustos de Lola Membrives, Federico García Lorca y Lola Flores en el foyer del Teatro Avenida.
Programa original de "Estrellas en el Avenida".
El desastre después del derrumbe.
"11 episodios sinfónicos" de Gustavo Cerati en el Teatro Avenida (2001).

La sala del Teatro Avenida actualmente.

La pandemia de Covid-19 provocó un nuevo cese de actividades entre 2020 y 2022, pero con nuevas obras de reacondicionamiento mediante, volvió a funcionar con su esplendor de siempre. Las luces de su sala iluminan historias que tienen un mismo hilo conductor: el arte y la cultura. Historias que siguen vivas en el Avenida. 

El teatro continúa de pie, renovado pero tradicional.

Teatro Avenida

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